Hablando del rey de Roma...
Salúdate a ti mismo.
Reúne a los tortolitos.
¿Y quién puede juzgarte por ello?
Que no destaque nada, ni por su limpieza.
Di lo evidente tres veces (al menos no han sido cinco).
Acierta el menú de su majestad.
Consigue acceder al castillo.
Bendito olfato.
¿Ha servido alguna para algo?
Consigue salir de tu habitación.
De buena te has librado.
Logra que el trovador toque.
Le has dado propósito al sastre, y eso siempre está bien.
Has cumplido tu propósito: cebarte.
Has aclarado el estado vital del cerdo.
Derrota a la princesa.
¿Quién eres tú para llevarle la contraria a alguien que ha estudiado tanto?
Sal de ahí abajo.
Has conocido al "Rex" y su historia.
La has probado con huevos fritos, ¿veredicto?
Has demostrado tu inocencia.
Has concedido la petición del jardinero alternativo.
Una idea digna de gourmet.
Queroseno, Scumm, tinte rojo nº2.
Has elegido el objeto incorrecto contra el príncipe.
Expresa tu sincera opinión acerca de los bodegones y el futuro.
¿De verdad creías que no iba a sabérselas de memoria?
Demuestra que has sido el rey que necesitaban.
¡Dogson está aquí!
Has tocado el piano-cóctel una última vez.
Has hecho la tarta.
Has encontrado la zona secreta.