Durante tu carrera, has perdido más de 10.000 edificios. Los edificios, como los caminos que uno recorre a caballo, al principio pueden parecer eternos, pero no pasa mucho tiempo antes de que se conviertan en una memoria que comienza a quedar en el pasado. Si tras cada logro celebras apagando una vela, sóplala de una vez y no le pidas ningún deseo, piensa en cambio en lo que harás a continuación para merecer soplar las próximas 10.000.