Has pateado todos y cada uno de los barriles de la Plataforma Espacial dentro de la bahía de lanzamiento. Control de Misión bebe por tu culpa, está claro.
Has sido el único superviviente de una partida en la que, sin munición en tu arma principal o secundaria, ha aparecido un acorazado. Hay días en que es mejor quedarse en la cama...